
La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. Es un problema de derechos humanos. Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud.
En 2015, más de 736 millones de personas vivían por debajo del umbral de pobreza internacional. Actualmente, alrededor del 10% de la población mundial vive en la pobreza extrema y tiene dificultades para cubrir sus necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso al agua y al saneamiento, entre otras cosas.
Hoy en día, hay 122 mujeres de entre 25 y 34 años que viven en la pobreza por cada 100 hombres del mismo grupo de edad, y más de 160 millones de niños corren el riesgo de seguir viviendo en la pobreza extrema en 2030.
De acuerdo con un artículo del portal Ayuda en Acción, en la actualidad muchas de las causas de la pobreza son las históricamente heredadas, agravadas además por el paso del tiempo. Si las observamos nos daremos cuenta de que todas ellas tienen un rasgo en común y es que generan desigualdad:
• Conflictos bélicos y la violencia.
• Efectos del cambio climático.
• Carencia de asistencia médica adecuada.
• Falta de acceso a educación.
• Falta de acceso a agua potable y saneamiento.
• Deficiencias nutricionales en la alimentación.

