Existe la creencia popular de que hay ‘trucos’, ‘secretos’ y ‘tácticas’ que ayudan a evitar el pago del impuesto ¿Qué hay de cierto en esta creencia? Y aún más importante, si resulta que es cierto, ¿podrías utilizar alguna estrategia similar para disminuir tu impuesto a pagar? La respuesta a estas preguntas puede resultar más compleja de lo que aparenta, y necesitamos abarcar la situación desde diversos ángulos.

Desde lo técnico y teórico, existe una manera correcta de calcular y presentar la declaración de renta de una persona natural de acuerdo a su situación. La declaración de renta se presenta con la información del año anterior, y en teoría solo existe una forma de calcularla bien; da la impresión de que no hay mucho que se pueda decidir o modificar en cuestión de impuesto de renta. Sin embargo, esta visión resulta limitada a lo teórico y no tiene en cuenta las decisiones que como contribuyente pudieras tomar.

La realidad es que podemos catalogar los esfuerzos de las personas por disminuir su impuesto de renta dentro de 3 categorías de acuerdo al ‘grado de legalidad’ en el que se enmarcan: evasión fiscal, elusión de impuestos y planeación tributaria.

Evasión fiscal:

Es cuando ocultas o manipulas la información que le entregas al gobierno para que el resultado a pagar disminuya. Aunque nace la obligación de pagar el impuesto, lo evitas empleando prácticas ilegales ¡No te lo recomiendo! Para que lo comprendas mejor, veamos un ejemplo:

Juan es un profesional independiente que presta sus servicios a empresas. Juan en su declaración de renta no incluye todos los clientes con los que trabajó el año anterior, lo que resulta en un cálculo de sus ingresos menor a la realidad y como consecuencia un menor impuesto a cargo.

Esto es una evasión de impuestos, ¡es ilegal! En la que te pueden sancionar e incluso enfrentar consecuencias penales en ciertos casos.

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Elusión de impuestos

A diferencia de la evasión, en la elusión, evitas que se dé la obligación de pagar el impuesto acogiéndote a alguna especie de vacío legal que te permita hacerlo. Si hablamos desde lo estricto, esto constituye una práctica legal: no rompes ninguna ley establecida sino que buscas excepciones a las mismas.

¡Pero espera un momento!, no deja de ser una práctica perseguida por los gobiernos porque disminuye el recaudo del impuesto y puede afectar de forma seria el presupuesto nacional.

A pesar de ser una práctica ‘legal’, no es muy recomendable porque se entran en áreas grises donde la línea entre lo legal y lo ilegal se vuelve difusa, y fácilmente puedes cometer infracciones a la Ley. Además, esta también es una manera de engañar al Estado para no pagar lo que corresponde en materia de impuestos. Entendamos nuevamente con un ejemplo:

Camila es freelance y en diciembre de 2020 cobró un trabajo importante para un cliente. Como Camila sabía que ese ingreso la obligaría a pagar impuestos por el año fiscal 2020, le pide a su cliente dividir la factura de ese trabajo entre diciembre de 2020 y enero de 2021. Así sus ingresos en 2020 no suben mucho y no se obliga a pagar impuestos.

Planeación tributaria

Es la estrategia más recomendable para optimizar el pago de impuestos ¿En que consiste? En que conozcas bien la Ley, y la forma en que se calculan los impuestos y los beneficios tributarios ofrecidos por el país, para tomar decisiones que te lleven a cumplir con tu obligación como aprovechar los posibles beneficios. Es una práctica perfectamente legal y recomendable para ti. Veamos un ejemplo para entenderla mejor.

Tatiana ha venido pagando un valor alto de impuesto de renta cada año. Un amigo le dice a Tatiana que puede aprovechar el beneficio tributario otorgado a las inversiones en fondos de pensiones voluntarias. Tatiana evalúa el cálculo de su impuesto y se da cuenta que si hace un ahorro de un porcentaje de su ingreso en un fondo de pensiones voluntarias, su impuesto disminuye considerablemente. Ella le pide a su empresa realizar este aporte de forma automática todos los meses y efectivamente disminuye su impuesto a pagar en su declaración de renta.

¡Ya lo sabes! Existen diferentes prácticas que pueden disminuir el impuesto a pagar, y aunque hay varias no recomendables y perseguidas por los gobiernos, también existen algunas que son perfectamente legales y las puedes aprovechar para optimizar tus impuestos como un profesional.