
Estudiamos, en promedio, de 15 a 20 años de nuestras vidas y para muchos el gran objetivo es encontrar un trabajo que nos guste, que nos pague bien y que esté alineado con nuestros propósitos de vida. Para algunos afortunados, esa historia se hace realidad. Para otros, se queda en un simple sueño.
Ese sueño muchas veces se trunca porque no nos sabemos vender.
En los 20 años de estudio nos dicen que al salir hay que conseguir empleo, pero no nos enseñan lo suficiente sobre cómo conseguirlo. Nunca nos hablan de cómo hacer un buen curriculum o portafolio, ni de cómo diseñar nuestro perfil en LinkedIn. Tampoco nos hablan de la mejor manera de responder una objeción durante una entrevista.
Todos tenemos una historia de alguna habilidad crucial para la empleabilidad, que no nos enseñaron cuando éramos estudiantes y tuvimos que aprender a prueba y error. Muchas veces, puede costarnos el trabajo de nuestros sueños.
Pero todo eso puede ser aprendido
Te voy a revelar mi hobby; un hobby que, te darás cuenta, resulta muy extraño para la gran mayoría de personas: me encanta ir a entrevistas de trabajo.

