
Pendientes siempre de la evolución pandémica, en algún momento de 2022 debería producirse una recuperación de la movilidad internacional para aquella minoría que antes de la pandemia podía costearse esos viajes y sin encontrar trabas fronterizas.
Para hacerse una idea de los costes de no hacerlo, baste señar que un informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo alertaba de la pérdida de 4 billones de dólares en el sector turístico.

