
El inglés es uno solo. Indistintamente de si estás en Australia, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra o en cualquier otro lugar del mundo, el idioma inglés es el mismo. Lo que sucede es que hay peculiaridades lingüísticas y fonéticas que varían de lugar a lugar y que están estrechamente relacionadas con la cultura local.
Hablar bien inglés implica entender que las estructuras y la sintaxis del idioma solo cambian minúsculamente de país a país, aunque su pronunciación si sea notoriamente diferente. Si bien la gramática es la misma, las expresiones idiomáticas o “idioms”, no siempre lo son. Y eso es lo divertido de aprender una lengua extranjera como el inglés.

